Segunda fase del Manual Atalaya de Gestión Cultural

La ambición de este manual es ser una herramienta para la formación de gestores culturales, de quienes ya están en el ejercicio de la profesión o de aquellos que ven en la gestión cultural su opción profesional. La visión de herramienta es esencial y podríamos añadir que sería más justo referirnos en plural, como conjunto de herramientas, en lo que respecta al manual. Tenemos herramientas para comprender qué es esto de la gestión cultural y sus lazos inexcusables con las políticas y con el concepto mismo de cultura. Hay en el manual herramientas que nos describen las grandes líneas de trabajo de la gestión cultural, otras que nos remiten a los instrumentos profesionales mismos y además herramientas de investigación y de evaluación. Una característica reseñable del manual es su orientación generalista.

Esencialmente está enfocado a los conceptos y a los instrumentos para la gestión y no hacia los sectores o la especialización (ese será un menester de próximas ediciones). Se habla de gestión de equipamientos y no de gestión de museos, por poner un ejemplo. La idea es que sirva tanto al gestor responsable de un proyecto o un equipamiento especializado tanto como al responsable de un servicio generalista o de proximidad. En este sentido si uno busca gestión de galerías de arte no encontrará tal epígrafe, sin embargo tendrá a su disposición todos los instrumentos y recursos mínimos que precise para comenzar en la gestión de ese equipamiento y sector de la cultura.

Este MANUAL ATALAYA de apoyo a la gestión cultural no está acabado, aunque sí completo, y nace con la vocación de extenderse en el tiempo y renovarse con la agilidad que le demanden los momentos y los profesionales de la gestión cultural.

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