Dentro del apasionante proyecto que significa Atalaya, proyecto de trabajo en red de las Universidades Andaluzas en materia de Extensión Universitaria que comenzó su andadura a finales del 2005, nace el Observatorio Universitario Andaluz de la Cultura “Atalaya”, el primero del ámbito universitario español y el primero que surge con pretensión autonómica.

No hay duda, que la proyección cultural de las Universidades es tan antigua como la propia institución. El cultivo de la ciencia y el saber siempre tuvo como complemento la necesidad de expandir lo investigado, lo pensado o lo creado. El nuevo papel que se le otorga hoy a las universidades en su interacción constante con el entorno, hace que nuestra institución se haya convertido en un ente de primer orden como productor y gestor de programaciones y propuestas alternativas en el ocio creativo de los ciudadanos.

Pero somos conscientes de que este papel no puede mantenerse desde posiciones meramente voluntaristas. Es necesario en este campo, como en cualquier otro relacionado con la gestión universitaria, actuar con rigor y solvencia. Hay que auspiciar mecanismos constantes de análisis de nuestras políticas culturales, usar las nuevas tecnologías de la información tanto para su aplicación en las actividades, como para el uso de las mismas en la recogida de datos, catalogación de los mismos, novedades, noticias, acciones evaluadoras… Tenemos que partir del conocimiento detallado de los usos, hábitos y demandas culturales de nuestros usuarios para ofrecer acciones coordinadas, programaciones conjuntas, agendas integradas y otras tantas alternativas que puedan aprovechar con sinergia los recursos y medios de cada una de las universidades.

Esta conciencia y necesidades determinan la filosofía de nuestro Observatorio Cultural. Con él pretendemos, desde la base de un trabajo en red de todas las universidades públicas andaluzas, poner en marcha acciones innovadoras que den valor tanto a las programaciones ya existentes como a las futuras, dotarnos de herramientas de información y evaluación fiables y científicas que mejoren nuestro quehacer diario y, sobre todo, dar a conocer a la sociedad la situación de nuestro sector cultural. Las universidades necesitan saber, como cualquier organización, si lo que hacen está en el camino correcto y detectar sus fallos y carencias. Se trata, pues, de un ejercicio de responsabilidad política y administrativa. Por otra parte, el conjunto de la sociedad tiene el derecho a conocer cómo se gestionan los recursos públicos. Las acciones desarrolladas en el Observatorio Atalaya puede ayudarnos en ambas tareas. Información y evaluación, pues, para la gestión y para la transparencia. Lo propio de una sociedad democrática, avanzada y abierta como la que aspiramos a ser.

Pero resulta evidente que este ilusionante proyecto no podría llevarse a cabo sin la financiación necesaria. Por ello queremos agradecer públicamente la confianza y el respaldo financiero y técnico que hemos obtenido de la Dirección General de Universidades de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía. Decía Karl Marx que “La Humanidad no se plantea, históricamente, sino aquellas preguntas que puede resolver”. En este caso, la Dirección General de Universidades de la Junta de Andalucía ha demostrado la necesaria sensibilidad para considerar que, tras muchos años de esfuerzos y actividades en materia de Extensión y cultura en el ámbito universitario, era ahora un buen momento para poner a los vicerrectorados de Extensión Universitaria en el centro de su mirada y de sus interrogantes.